La Belleza en el Danubio se llama Bratislava y es la capital de Eslovaquia. Se encuentra situada cerca de Austria y Hungría, a unos 60 kilómetros de Viena, y abarca ambas orillas del río Danubio y la orilla izquierda del río Morava. Es la ciudad más grande de todo el país, con una superficie total de 370 kilómetros cuadrados y tiene una población de 460.000 habitantes, que constituye la mayor densidad de población de Europa Central.
Bratislava tiene una historia larga y rica, que se remonta a la época prerromana. Pero, posiblemente, ha sido el siglo XX la etapa histórica que más ha marcado su urbanismo; sobre todo, las décadas posteriores a la II Guerra Mundial. Después de que el Partido Comunista se hiciera con el poder en Checoslovaquia (república que aunaba a Chequia y Eslovaquia), la población de Bratislava aumentó considerablemente y pasó a ser mayoritariamente de origen eslovaco (hasta un 90% de sus habitantes lo eran).
Mientras la ciudad inauguraba construcciones emblemáticas, como el puente de Nový Most, que cruza el Danubio o la sede de la Radio Eslovaca, la respuesta a la gran necesidad de vivienda existente no tuvo esa calidad. El resultado fue la construcción de grandes zonas residenciales de viviendas de bajo coste, con edificios de paneles prefabricados y pisos de muy baja calidad.
Muchos de esos edificios tienen malos aislamientos, que no son herméticos. Sobre ellos va a intervenir el proyecto EU-Gugle para conseguir una reducción del gasto energético mediante una mejora de los aislamientos en azotea, ventanas y paneles periféricos, la instalación de válvulas termostáticas y otras soluciones para el sistema de calefacción, así como la medición y descentralización eficiente del agua caliente. Bratislava es una de las cinco las ciudades europeas que experimentarán este proyecto piloto, junto con Viena, Aquisgrán, Milán, Tampere y Sestao.
De acuerdo con los objetivos marcados por EU-Gugle, el ahorro de energía que se proyecta como objetivo en Bratislava deberá alcanzar hasta el 43%, con el consiguiente incremento del confort y de la calidad de vida de las personas que viven en estas viviendas anticuadas e ineficientes.