El conjunto de viviendas de Txabarri 25-31 fue promovido en 1890 por Ricardo Vildosala Arrarte, escribano de Sestao. Fue una iniciativa de gran envergadura para la época: un total de 45 viviendas distribuidas en tres casas dobles y una triple.
Tal y como apunta el arquitecto Gorka de la Peña en la Guía de arquitectura urbana de Sestao, se desconoce el arquitecto que lo diseñó. Es probable la participación de Casto de Zabala, ya que en su calidad de arquitecto municipal intervino en las promociones inmobiliarias más destacadas de la época.
“El diseño obedece a un lenguaje ecléctico grandilocuente y enfático. El repertorio decorativo es magnífico: pilastras de orden gigante, hierros de elaborados dibujos,elegantes molduras en el recerco de los huecos, etc.” recoge el experto. Remarca la solución que dieron al paso de carruajes de la casa nº 27, a modo de arco de triunfo. El lujo se manifiesta también en la utilización de piedras de sillería para huecos y esquinas.
El edificio se ordenó en planta baja, cuatro pisos altos y buhardillas habitables, de superficies que oscilaban entre 45 y los 130 metros cuadrados que albergaban tanto a obreros como a pequeña burguesía. La segregación se organizaba en vertical: conforme aumentaba la altura disminuía la escala social de sus inquilinos.
(*) Esta información está basada en “La guía de arquitectura urbana de Sestao” promovida por el Ayuntamiento y escrita por Gorka Pérez de la Peña, experto que describe en detalle los edificios más emblemáticos.